Paseando por Shanghái, te emociona el contraste de absolutamente todo. Pero cuando tienes hambre y buscas un lugar dónde comer…; puedes encontrar restaurantes de lujo en frente de pequeños establecimientos de comida que sacan sus mesas a la acera, dónde algunos chinos comen mientras ven pasar los coches y transeúntes.
Pero algo tiene, eso de comer en la calle; y no hablamos de estar sentados en una súper terraza sino, ahí mismo, en una mesa enana con sillas de plástico, más propias del tamaño de niños de 6 años que de los adultos.
Old City. Turistas decidiendo si se sientan en el improvisado restaurante callejero.
Wulumuqui Road
Changle Road.
Changle Road.
Vistas del skyline de Shanghai, desde el Restaurante de lujo Mercato, en el Bund.
¿Qué pasaría si en Barcelona o Madrid, si los pequeños establecimientos, sacaran mesas y sillas, así porqué sí…? Al estilo de tomar-el-fresco-en-la-puerta de casa con los vecinos y vecinas de la calle… Pues, sencillamente, pienso que algunas personas serían más felices, mejoraríamos nuestra relación con los demás… y le daríamos un toque de humanidad a las ciudades occidentales, que de tan bellas y perfectas, han dejado de tener encanto.